DESOBEDIENTE MARÍA

Si recupero un personaje histórico como María Pacheco,

¿cómo la traigo al hoy, desde qué lugar, para qué, a quién le habla, qué cuenta?

El teatro habilita voces que la realidad anula, silencia, opaca.  Es una forma de establecer vínculos vivos, con documentos previos para abrir otras miradas, y multiplicar los relatos.

Como latinoamericana descendiente de españoles e italianos me relaciono con el pasado ibérico desde un lugar propio y ajeno, desde adentro y afuera, desde la matriz lingüística, pero también política. En un ensanchamiento real, a pesar de las banderas geográficas y escénicas.

Y de poder pensarnos en un lenguaje mestizo.

Tres hermanas, tres costureras de Toledo, tienen visiones-apariciones de María Pacheco. Las tres son cuestionadas, y nadie les cree. Descubren un mecanismo de confianza que es la expresividad artística, y mientras la ejecutan asimilan el poder de la libertad en el cuerpo.

El poder de hablar.

Desde ahí, el miedo se escurre, se da batalla desde lo doméstico, y se enfrenta el rumor de la desconfianza, porque como dice una de ellas: María es nuestro antídoto.

Marianella Morena

Autora y directora